Las moscas son insectos dípteros (con dos alas) que pueden ser de varios colores, como amarillo, verde y negro. Tienen cabeza elíptica, alas transparentes conformadas por cruces de nervios, una boca alargada con forma de trompa, patas largas con ventosas y diminutas uñas, y ojos peculiares con asombrosas características.
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¿Para qué sirven las moscas?
El hombre ha encontrado diversas utilidades en las moscas desde la antigüedad y en el transcurso del tiempo. En la antigua Roma se utilizaban las larvas para la ablación de heridas putrefactas.
Además, las moscas tienen su función ecológica muy importante. Son capaces de polinizar las flores, así como las abejas, y transforman la carroña en proteína que va a aportar su nitrógeno para nutrir la tierra.
Las moscas forman parte de la cadena alimentaria, siendo presas para arañas, reptiles, anfibios, peces y otros insectos.
Su naturaleza, que las lleva a aproximarse a la materia en descomposición, puede ser una buena herramienta para el ámbito de la criminalística, en que se mide la presencia de ciertas especies, y el lapso de vida para saber el tiempo transcurrido desde una muerte.
Un aspecto negativo de las moscas es que transmiten enfermedades. Esto es natural dado que los desechos sobre los que revolotean llevan una carga de microorganismos, como bacterias y virus, que son patógenos para los seres humanos.
Las moscas sirven para:
- En forma de larvas, para la ablación de heridas putrefactas
- Como alimento para insectos más grandes
- Como alimento para otras especies, como los anfibios, los reptiles y los peces
- Como indicadoras de la descomposición de un cuerpo en criminalística
- Como agentes de degradación de los alimentos podridos, para su reincorporación al suelo
¿Cómo son las moscas?
Las moscas comunes, de la familia Muscidae, son identificadas tal cual por la gente, pero los insectos de las familias próximas como la Calliphoridae o la Sarcophagidae, reciben más bien el nombre de moscardones, dado su gran tamaño, su cuerpo con pelaje abundante y el zumbido grave y hasta audible que producen. Otros dípteros reciben nombres concretos, como los tábanos y los mosquitos.
El cuerpo de la mosca común (Muscidae y familias próximas), al igual que el del resto de los dípteros, está dividido en tres tagmas o secciones: cabeza, tórax y abdomen.
Sus ojos están compuestos por miles de faceras muy sensibles a la luz y que perciben en forma individual el entorno. Estas faceras son limpiadas en forma constante por sus patas delanteras.
Se alimentan con su boca prolongada que está adaptada para succionar y perforar lo que vayan a ingerir, pero no son capaces de morder. Algunas moscas sí son capaces de picar para ampliar la gama de alimentos que pueden ingerir.
Aunque tienen cuatro alas, las moscas solo tienen dos de ellas funcionales, pues las alas posteriores están reducidas a estructuras llamadas halterios o balancines, que actúan como órganos estabilizadores para el vuelo y el equilibrio.
Tienen el cuerpo cubierto por numerosas sedas sensoriales, con las que pueden saborear, oler, sentir. Las sedas de las piezas bucales y las de las patas se usan para percibir los sabores. Las moscas saborean lo que pisan, y así, al pisar algo de su agrado, bajan la boca alargada y se ponen a probarlo de nuevo.
¿Cómo se desarrollan?
Las moscas son homometábolas, así que tienen cuatro etapas morfológicas distintas; huevo, larva (cresa o crisálida), ninfa y etapa adulta. Después de salir del huevo, las larvas mudan a una cresa. Las larvas tienen un cuerpo blando sin patas con ganchos oscuros en la parte bucal. Las ninfas son ya oscuras, y tienen una forma cilíndrica.
Las larvas se alimentan de desechos orgánicos animales y vegetales, como carne descompuesta y demás residuos. Las moscas adultas comen de todo tipo de sustancias, desde azúcares, néctar y hasta fruta y carne descompuestas.
Las moscas pueden vivir en prácticamente todos los climas del planeta, desde el desértico hasta el glaciar que se encuentra en los polos. Se adaptan muy bien en los tropicales, subtropicales y templados. Además, pueden vivir en todas las alturas, desde las costas hasta las altas montañas.
Los animales muertos y otros residuos orgánicos atraen a las moscas, a las pocas horas de haber sido generados. Estas andarán revoloteando alrededor del cuerpo o de los desechos, buscando un bocado blando para alimentarse.
Nunca se verán moscas durante la noche, ya que son animales diurnos, y no salen a buscar alimentos en altas horas. Se refugian en recovecos de las construcciones que les permitan reproducirse, alojarse y protegerse de depredadores.