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¿Para qué sirve la sangre?

La sangre sirve para llevar oxígeno y otros nutrientes a todas las células del cuerpo, y cumple funciones de regeneración y defensa. Es el líquido ligero que corre por todas las venas y arterias (llamados también vasos sanguíneos) de nuestro sistema circulatorio. Su apariencia saludable es de un rojo intenso, que en capas más delgadas muestra una coloración anaranjada.

La sangre representa aproximadamente el 8% del peso corporal y su volumen es de 5L en un adulto sano. Es una mezcla de varios componentes: el plasma, que es el líquido predominante, los eritrocitos o glóbulos rojos, los leucocitos o glóbulos blancos y los trombocitos o plaquetas. Cada uno de ellos cumple con una función específica.

La sangre es una forma del tejido conjuntivo que actúa ejerciendo varias funciones específicas gracias al plasma y las células que la constituyen.

La sangre sirve para:

  1. Mantener constante la composición de los líquidos corporales
  2. Portar hormonas y otras sustancias biológicamente activas
  3. Regular el funcionamiento de órganos como el hígado, la médula ósea y las glándulas endocrinas
  4. Transportar el oxígeno (O2) que entra por medio de la respiración
  5. Transportar el dióxido de carbono (CO2) que sale por la respiración
  6. Defender al organismo de agentes patógenos
  7. Prevenir hemorragias por medio de la coagulación
  8. Mantener la integridad del endotelio vascular (previene que los vasos sanguíneos se desgarren, regenera su tejido interno)

Para comprender mejor las funciones de la sangre, se necesita una descripción de sus componentes.

Componentes de la sangre

La sangre es la mezcla de una serie de componentes bien diferenciados y que son indispensables para sus propósitos. Entre ellos se encuentran:

  1. Plasma
  2. Glóbulos rojos
  3. Glóbulos blancos: Agranulosos (linfocitos, monocitos), Granulosos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos)
  4. Plaquetas

Glóbulos rojos en sangre

1. Plasma

El plasma es el líquido de la sangre, y comprende el 55% del volumen de ella. Su composición química es:

  • 90% agua
  • 7% proteína (fibrinógeno, albúmina y globulinas)
  • 3% sales inorgánicas

En el plasma se encuentran las sustancias nutritivas que provienen del sistema digestivo, las sustancias de desecho producidas por los tejidos y las hormonas. Cuando la sangre está en contacto con el aire o se interrumpe la circulación, el fibrinógeno se precipita en forma de red o fibrina, dando lugar a la coagulación.

Cuando este fenómeno ocurre, del plasma que se coagula se obtiene un líquido amarillento y transparente llamado suero sanguíneo.

2. Glóbulos rojos

Los glóbulos rojos, también llamados eritrocitos o hematíes, son células que han perdido todos los organitos durante su maduración. Su apariencia es de un color amarillo verdoso pero en masas densas adquieren un color rojo, debido a la alta concentración de hemoglobina que llevan. Este pigmento lo preparan los mismos glóbulos, en un proceso llamado hemólisis.

En los mamíferos, los eritrocitos se presentan en la forma de discos bicóncavos, y de perfil se presentan como cuerpos alargados con extremos redondeados. El tamaño en estado fresco es de 6 a 8 micrómetros y en los frotis disminuye a 7 micrómetros debido a la deshidratación que sufren.

Los eritrocitos tienen la propiedad física de que tienden a adherirse entre sí, formando columnas como pilas de monedas, conocidas como rouleaux. Esta adhesión está asociada con la tensión superficial de sus membranas.

Los eritrocitos pueden presentar variaciones de tamaño, forma y contenido. Se llama anisocitosis cuando los glóbulos rojos de un frotis sanguíneo tienen diámetros diferentes. La poiquilocitosis es la variación en la forma de los eritrocitos, que pueden ser falciformes, esféricos o aplanados.

La variación en su contenido se refiere a los cambios en la concentración de hemoglobina. Los glóbulos rojos hipocrómicos (con poco color) son pobres en hemoglobina y los hipercrómicos (con mucho color) son ricos en hemoglobina.

La membrana del glóbulo rojo es semipermeable y a través de ella se realiza el transporte activo de algunas sustancias. Estos transportan el oxígeno a los tejidos y el CO2 a los pulmones. Tienen una vida media de 120 días y son destruidos en el bazo, el hígado y en la médula ósea, por los macrófagos y no en la sangre. A la formación de nuevos glóbulos rojos se le llama eritropoyesis.

3. Glóbulos blancos

Los glóbulos blancos o leucocitos son células con núcleo que se encuentran en cantidad mucho menor que los eritrocitos. El número promedio de leucocitos en la sangre saludable es de 5000 a 10000 por cada milímetro cúbico (mm3). En estados de enfermedad, estos números suelen ser más altos.

Hay dos tipos principales de leucocitos: los leucocitos agranulosos y los leucocitos granulosos. Esta división se debe a la presencia de gránulos específicos en su citoplasma, y se emplea en la mayor parte de los libros académicos.

3.1 Leucocitos agranulosos

Entre los leucocitos agranulosos se encuentran los linfocitos, que son células esféricas que en la sangre humana alcanzan un diámetro de 6 a 8 micrómetros y representan del 26% al 40% de todos los leucocitos sanguíneos. Estos son los linfocitos pequeños, y también hay linfocitos medianos y grandes, que tienen diámetro de 10 a 12 micrómetros.

Los linfocitos pueden dividirse, según su función, en diferentes subcategorías, cada una de las cuales cumple un propósito diferente en los mecanismos inmunológicos:

  • Linfocitos T, que maduran en el timo, se encargan de buscar antígenos.
  • Linfocitos B, que están programados para reconocer un solo antígeno. Cuando son estimulados por el antígeno, se transforman en plasmablastos que se dividen posteriormente en células plasmáticas productoras de anticuerpos.

Otros leucocitos agranulosos son los monocitos, que son células que miden entre 9 y 12 micrómetros de diámetro, aunque pueden alcanzar 20 micrómetros en los frotis secos. Abarcan solamente del 2 al 8% de los leucocitos de la sangre. Por su capacidad fagocítica, los monocitos ocupan un lugar entre las células que intervienen en la defensa del organismo.

3.2 Leucocitos granulosos

Al contrario de los linfocitos y monocitos, los granulocitos contienen en su citoplasma gránulos específicos que los caracterizan, así como un núcleo polimorfo, por lo cual en ocasiones se les llama leucocitos polimorfonucleares. Entre ellos se encuentran los neutrófilos, los eosinófilos y los basófilos.

Los neutrófilos son los leucocitos más abundantes, abarcando entre el 55% y el 65% de los leucocitos totales, y su diámetro varía entre 10 y 15 micrómetros. Tienen capacidad bactericida y fagocitica. Aunque otros leucocitos presentan también polimorfismo en el núcleo, son los neutrófilos los llamados polimorfonucleares, por tener en su núcleo múltiples lobulaciones.

Los eosinófilos se llaman así por su afinidad con la eosina. En estado fresco, tienen de 9 a 10 micrómetros de diámetro. Estas células abarcan del 1% al 3% del total de los leucocitos sanguíneos. Aunque no poseen una actividad fagocítica, se sabe que son capaces de fagocitar complejos de antígeno-anticuerpo y que participan en los mecanismos de defensa.

Los basófilos son las células más difíciles de observar. Abarcan del 0% al 1% de los leucocitos y su tamaño es de entre 10 y 12 micrómetros. Su función no está bien definida, aunque se sabe que liberan heparina e histamina en la sangre circulante, por lo que se considera que tienen cierta relación con las células cebadas del tejido conjuntivo.

4. Plaquetas

Las plaquetas son corpúsculos sin núcleo en forma de discos biconvexos, redondos u ovales, cuyo diámetro está entre 1.5 y 3 micrómetros. Vistos de perfil tienen forma de bastón. Intervienen en la hemostasia, por medio de las sustancias que liberan para estimular la contracción de los vasos lesionados y evitar la pérdida de sangre.

También por medio de la aglutinación en el punto de lesión de los endotelios, de manera que favorecen una solución de continuidad. Participan en la formación de tromboplastina, uno de los pasos fundamentales en la iniciación de la coagulación. Por ello también se les llama trombocitos, porque ayudan a cicatrizar heridas y coagular la sangre.

Citar en formato APA:
Victor, C. (2023, 11 de enero). ¿Para qué sirve la sangre?. Paraquesirven.com. https://paraquesirven.com/para-que-sirve-la-sangre/

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