La dexametasona es un fármaco inmunosupresor y antiinflamatorio de naturaleza esteroidea, que está clasificado en el grupo de los glucocorticoides sintéticos. Estos son medicamentos análogos a las hormonas que provienen de la corteza suprarrenal, por lo cual tienen funciones y efectos similares a los producidos por dichas hormonas.
El mecanismo de acción de la dexametasona consiste en suprimir selectivamente funciones hormonales como la inflamación, y varias respuestas del sistema inmune. Esto se debe a que penetra las células y se adhiere a determinados receptores que se encargan de sintetizar y procesar proteínas que intervienen en las respuestas naturales del organismo.
Las proteínas de que se trata se llaman anexinas o lipocortinas, y son las que regulan la acción de enzimas denominadas Fosfolipasa A2, que a su vez dirigen la síntesis de los eicosanoides, moléculas como las prostaglandinas, leucotrienos y tromboxanos cuya función es generar respuestas inmunes como fiebre, inflamación, tránsito de leucocitos y contracciones.
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¿Para qué sirve la dexametasona?
La dexametasona, al ser un inmunosupresor, ayuda a evitar o disminuir las respuestas del sistema inmune, como la fiebre, a inflamación, el transporte de leucocitos (glóbulos blancos) a las zonas lesionadas y algunos tipos de dolor. Es usado principalmente para tratar enfermedades autoinmunes, pues su uso indiscriminado resulta peligroso.
Sirve para:
- Tratar enfermedades y trastornos
- Contrarrestar enfermedades autoinmunes
- Remediar enfermedades alergias
- Desinflamar edemas e inflamación
- Dar seguimiento a trasplantes de órganos
Sirve para tratar las siguientes enfermedades y trastornos:
La dexametasona sirve para el tratamiento de múltiples enfermedades y trastornos, que impliquen síntomas como la fiebre, el dolor y la inflamación, o que sean alteraciones de la función adrenocortical.
Entre ellos se encuentran:
- Sindrome de Addison
- Insuficiencia adrenocortical
- Artritis reumatoide
- Anemia hemolítica autoinmune
- Osteoartritis
- Algunos tipos de cáncer
- Asma
- Choque anafiláctico
- Conjuntivitis alérgica
- Trastornos hormonales
- Trasplantes de órganos
- Edema cerebral
- Edema pulmonar
- Eritema multiforme
- Espondilitis anquilosante
- Tumores cancerosos
- Hiperplasia adrenal congénita
- Hemopatías malignas
- Alergias severas
- Colitis ulcerosa
- Otitis extrema
- Enfermedad de Crohn
- Rinitis
- Síndrome de Stevens-Johnson
- Meningitis bacteriana pediátrica
- Dermatosis severa
- Psoriasis
- EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica)
- Herpes zóster ophthalmicus
Contrarrestar enfermedades autoinmunes
La dexametasona es un glucocorticoide que afecta directamente las reacciones del sistema inmune ante posibles alérgenos, enfermedades, lesiones y las propias agresiones de este mismo sistema.
Por ello, es recurrida en enfermedades como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), la anemia hemolítica autoinmune, artritis reumatoide y otras, donde el sistema inmune ataca al propio organismo.
Remediar enfermedades alergias
La dexametasona es muy utilizada para tratar algunas alergias severas, especialmente las siguientes:
- Choque anafiláctico
- Rinitis
- Asma
- Alergias crónicas
- Alergias alimentarias
- Alergias ante medicamentos
Desinflamar edemas e inflamación
Uno de los efectos más importantes de la dexametasona es como desinflamatorio, pues ayuda a bloquear los receptores de prostaglandinas, sustancias encargadas de reacciones como la inflamación, la llegada de leucocitos hasta las lesiones y los edemas.
Por ello, se administra para tratar:
- Edema pulmonar
- Edema cerebral
- Espondilitis anquilosante
- Tumores
- Trasplantes de órganos
Dar seguimiento a trasplantes de órganos
Al ser un inmunosupresor, la dexametasona se aplica en algunos casos de trasplantes de órganos, pues ayuda a evitar el rechazo al nuevo órgano, al inhibir las respuestas naturales del sistema inmune, entre las que se encuentran el aumento plaquetario, la formación de coágulos y la inflamación, y cuyo objetivo es defender al cuerpo de invasores.
Contraindicaciones de la dexametasona
La dexametasona es un inmunosupresor cuya administración debe ser bajo vigilancia médica o evitada totalmente, en personas como:
- Pacientes con infecciones agudas
- Pacientes con varicela
- Pacientes con infección por hongos
- Pacientes con infecciones fuertes
- Mujeres embarazadas
- Mujeres en etapa de lactancia
Esto a menos que el médico encargado del caso considere conveniente el uso de este medicamento.
Efectos secundarios de la dexametasona
La dexametasona puede causar efectos secundarios severos. Dependiendo del tiempo en el que sea administrado, los antecedentes del paciente y las interacciones, puede causar complicaciones y más síntomas.
Entre los efectos secundarios más comunes de la dexametasona se encuentran:
- Cambios en el apetito
- Aumento rápido de peso
- Síndrome de Cushing (en algunos pacientes)
- Fatiga
- Aumento en infecciones (especialmente por hongos)
Los efectos secundarios más graves de la dexametasona son:
- Depresión
- Alucinaciones
- Cambios en el estado del ánimo
- Ansiedad
- Alteraciones en los niveles de glucosa en la sangre
- Alteraciones metabólicas
- Alteraciones cardiacas
Este artículo es de carácter informativo, y no sustituye la opinión médica profesional. Consulta a un médico.