¿Para qué sirve la educación física?

La educación física es una disciplina pedagógica que, mediante la ejecución de ejercicios físicos y la práctica deportiva, nos ayuda como estudiantes a impulsar nuestro desarrollo físico, emocional y social. Es una herramienta que se incluye en los programas educativos para que comprendamos, a través de los deportes de equipo, el compañerismo como un fenómeno necesario para la vida.

El propósito de la educación física es la formación de mujeres y hombres integrales, abordando tanto el plano físico o del cuerpo, como el intelectual, para provecho propio y de los demás. Se fundamenta en el desarrollo de las aptitudes físicas como la movilidad, la elasticidad, la agilidad, la fuerza y las habilidades motoras.

La educación física fomenta, además, la consolidación de aptitudes como la constancia, la dedicación, la perseverancia, la autodisciplina y valores como el compañerismo, la solidaridad y el “juego limpio”, entre otros, para que nos sirvamos de ellos en la interacción con nuestro entorno social, escolar y laboral.

Beneficios de la educación física?

La enseñanza de la educación física es parte fundamental de los programas educativos en diversos países, dada su importancia capital, en especial en los primeros años de vida de los jóvenes, en que el desarrollo psicomotor se está gestionando.

La educación física sirve para:

• Beneficiar el desarrollo corporal y mental
• Ayudar a la coordinación motriz
• Aumentar la flexibilidad
• Estimular el crecimiento infantil
• Evitar el sobrepeso
• Fortalecer los huesos
• Fortalecer los músculos
• Mejorar el autoestima
• Adquirir autodisciplina

Beneficiar el desarrollo corporal y mental

Los efectos que se logran con la implementación de la educación física abarcan los aspectos físico y mental. Entre ellos se encuentran:

En el aspecto físico:

• Evitar la descalcificación de los huesos, reforzándolos
• Ayudar al fortalecimiento de la musculatura
• Estimular el crecimiento
• Evitar malestares cardiovasculares
• Evitar subir de peso y acumular grasas
• Mejorar el equilibrio
• Mejorar la flexibilidad
• Mejorar la postura
• Mejorar el funcionamiento de los órganos
• Aprovechar mejor los recursos del cuerpo, como las grasas, la glucosa y el oxigeno
• Se acelera el metabolismo, por lo que se consigue tener más energía durante el día

En el aspecto mental:

• Mejorar la autoestima
• Mejorar la coordinación motriz
• Aprender a aceptar y superar derrotas
• Evitar la depresión, debido a la generación de endorfinas en el esfuerzo físico.
• Desarrollar la empatía y el trabajo en equipo
• Evitar el ocio y problemas relacionados con la vagancia
• Mejorar las relaciones interpersonales
• Desarrollar las capacidades de liderazgo

Ayudar a la coordinación motriz

La educación física, si se imparte a los niños en la infancia temprana, en edad preescolar, permite un mejor y más rápido desarrollo motriz, permitiéndoles realizar movimientos ágiles y acertados durante los juegos y prácticas deportivas, que mejoran su capacidad para desenvolverse, así como el equilibrio y la construcción de secuencias de movimientos.

Aumentar la flexibilidad

Por medio de los ejercicios y esfuerzos que se realizan al practicar actividades físicas, se mejora la capacidad de los músculos de estirarse y contraerse, volviendo a sus estados originales sin quedar afectados.

Entre los ejercicios que se pueden realizar para mejorar la flexibilidad se encuentran los calentamientos, los estiramientos y deportes como el atletismo, el salto, la gimnasia, entre otros.

Estimular el crecimiento infantil

Los esfuerzos físicos que se ejecutan en las prácticas de educación física, como los saltos, y los estiramientos durante el juego, estimulan el proceso de crecimiento de los sistemas muscular y óseo.

Evitar el sobrepeso

Si la educación física se practica desde edades tempranas, se puede evitar la acumulación de grasas en el cuerpo. Esto gracias a que el esfuerzo físico necesita una cantidad extra de energía, y esta se toma de las reservas de azúcares en la sangre y de la grasa debajo de los tejidos del cuerpo.

Así, será posible evitar problemas asociados con el sobrepeso, como:

• Reducción de la movilidad corporal
• Baja autoestima en niños y jóvenes
• Probabilidades de padecer diabetes

Fortalecer los huesos

El ejercicio que se realiza bajo programación en la educación física es beneficioso para nuestro organismo, ya que mejora la capacidad de crecimiento y enriquecimiento de los huesos. Se favorece la absorción de calcio en el sistema óseo, y este se fortalece más si se practica desde la infancia y la juventud.

Fortalecer los músculos

Mediante la ejecución de movimientos y ejercicios en las prácticas deportivas, los infantes, además de mejorar su coordinación motriz, aumentarán la fuerza y la consistencia en los trabajos musculares de todo el cuerpo. Los ejercicios hacen que los músculos, los tendones y los ligamentos adquieran mejores condiciones.

Mejorar la autoestima

Para mejorar la autoestima es conveniente practicar deporte, mantener un cuerpo sano con ejercicio y desarrollar actividades deportivas grupales. Esto es evidente, por ejemplo, cuando la práctica deportiva escolar es premiada, lo que da al alumno una autopercepción mejorada, al haber superado un reto o alcanzado una meta.

Estas medidas tomadas en el ámbito académico son un factor positivo que otorga a los estudiantes un sentido de pertenencia y de aceptación. Esta satisfacción se une al efecto de las endorfinas, sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo después de un esfuerzo físico intenso.

Adquirir autodisciplina

Una de las características que distinguen a las personas que han llevado la educación física, en especial desde edades tempranas, es la autodisciplina, que es la cualidad que les permite ser eficaces, constantes y perseverantes en todos sus objetivos, para llegar a las metas que se proponen en la vida diaria.