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¿Para qué sirven las figuras literarias?

Las figuras literarias son técnicas para que la expresión escrita tenga coherencia, orden y armonía. Los escritores, y todos los que nos comunicamos por esta vía las utilizamos.

En unas ocasiones, su uso es de manera inconsciente, y en otras con la intención mejorar nuestra tarea de enviar un mensaje.

¿Para qué sirven las figuras literarias?

Las figuras literarias tienen como principal función dar belleza y originalidad a los escritos que se plasman. Algunas le otorgan una mayor fuerza al mensaje, otras resultan en la practicidad de quien escribe, para no invertir demasiado esfuerzo en expresar una idea.

Al utilizarlas, el escritor va generando un sello personal, explotando su creatividad para dar frescura a sus creaciones.

Las figuras literarias sirven para:

  • Crear efectos de sonido y pronunciación
  • Agregar palabras y fortalecer el mensaje
  • Omitir palabras, conservando el entendimiento del mensaje
  • Alterar el orden de las palabras, sin afectar el mensaje
  • Decorar de diferente manera las frases

Crear efectos de sonido y pronunciación

Las figuras literarias más utilizadas en este aspecto son:

  • Aliteración
  • Onomatopeya

Aliteración: cuando las consonantes se van repitiendo, se da esta forma de expresión. Por ejemplo, en la frase “Erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido corren los carros del ferrocarril”, el sonido que se repite es el de la letra “R”.

Onomatopeya: representación en palabra de un sonido natural, como la risa “jajaja”, o cuando alguien marca la letra “S” al hablar, llamado “seseo”.

Agregar palabras y fortalecer el mensaje

Aplicación de textos
Las figuras literarias refuerzan el efecto de las palabras

Las figuras literarias más recurridas en este aspecto son:

  • Epíteto
  • Pleonasmo
  • Anáfora
  • Polisíndeton
  • Perífrasis

Epiteto: Es un adjetivo que complementa a un sustantivo o cosa. Acentúa lo que identifica al sustantivo de que se habla. Por ejemplo: “La negra noche”, “el azul océano”, “la elevada montaña”.

Pleonasmo: Es cuando se usan palabras de sobra, que no son necesarias para entender el escrito. Por ejemplo, en la frase “salió para afuera”, ya se sabe que “salir” implica quedar afuera. No es necesario agregar “para afuera”. Es redundante.

Anáfora: Cuando se repiten una o más palabras en el inicio de varios versos.

Por ejemplo, en el poema “A una nariz”, de Francisco de Quevedo:

Érase un hombre a una nariz pegado,

Érase una nariz superlativa,

Érase una nariz sayón y escriba,

Érase un peje espada muy barbado”.

Es una muestra de Anáfora, que se usa además en el resto de las estrofas.

Polisíndeton: Aquí se usan más conjunciones que las requeridas. El efecto que se logra es un ritmo más lento y un toque solemne.

Por ejemplo: “Hay un palacio y un rio y un lago y un puente viejo, y fuentes con musgo y hierba alta y silencio… un silencio” Juan Ramón Jiménez.

Perifrasis: Decir con varias palabras lo que se puede expresar en un enunciado más breve. Por ejemplo, en la frase “Veremos al hijo de dios”, lo último puede expresarse simplemente como “Jesús”.  

Omitir palabras, conservando el entendimiento del mensaje

Las figuras literarias añaden belleza a los textos
Las figuras literarias añaden belleza a los textos

La figura literaria más utilizada para este fin es:

Elipsis: Se elimina una palabra, sin que se modifique la comprensión del escrito. Generalmente se trata de un verbo.

Por ejemplo, en la frase: “Alejandro provenía de Macedonia. Heracles, de Grecia” El verbo “provenía” se deja de declarar para Heracles; se sobreentiende que hablamos de procedencias, no es necesario decir “Alejandro provenía de Macedonia. Heracles provenía de Grecia”.

La elipsis puede ahorrarnos ese tipo de redundancias.

Alterar el orden de las palabras, sin afectar el mensaje

La figura literaria más utilizada para este fin es:

Hipérbaton: Se modifica el orden lógico del enunciado, sin afectar su entendimiento.

Por ejemplo, en un poema de Francisco de Quevedo, cuya primera estrofa es:

“Lo que me quita en fuego, me da en nieve

La mano que tus ojos me recata;

Y no es menos rigor con el que mata,

Ni menos llamas su blancura mueve

En lugar de decir “ni menos llamas mueve su blancura”, se altera el orden de estas palabras, sobre todo con fines de crear una rima con el primer verso, que termina en “nieve”. Es una de todas las figuras hipérbaton que se presentan en este poema.

Decorar de diferentes maneras las frases

Las figuras literarias en esta última categoría le confieren al escrito el toque creativo, dado que con ellas se emprenden el acto poético y la elocuencia. Entre ellas se encuentran:

  • Símil o comparación
  • Metáfora
  • Metonimia
  • Antítesis o contraste
  • Paradoja
  • Hipérbole
  • Personificación

Simil o comparación: Se hace una comparación de dos conceptos, para hacer una mayor aclaración del mensaje que se quiere escribir. Por ejemplo, en la frase “Brilla la luna entre el viento de otoño en el cielo luciendo como un dolor largamente sufrido”, se quiere aclarar que el brillo de la luna es melancólico y deprimente. Se aclara esa idea comparándolo con un dolor largamente sufrido.

Metáfora: Se explica un objeto real como una imagen diferente, más imaginaria. Por ejemplo, en la frase “Las perlas en su sonrisa”, la palabra “perlas” se refiere a los dientes, como elementos muy brillantes y preciosos. Así se intensifica el impacto de la descripción de los dientes.

Las figuras literarias modifican el texto, sin alterar su significado
Las figuras literarias modifican el texto, sin alterar su significado

Metonimia: Con esta figura literaria se mencionan objetos, lugares y personas con nombres distintos a los que llevan de origen. Por ejemplo: “La mejor guitarra del concierto”, refiriéndose al guitarrista. “Tres dedos de frente”, refiriéndose al ancho de la frente, comparado con el ancho de tres dedos.

Antítesis o contraste: Se contraponen dos ideas opuestas. Por ejemplo: “Tu cabello es fuego invernal, mi corazón arde allí”. El fuego y el invierno se oponen por el hecho de ser uno caliente y el otro frio.

Paradoja: Se escriben juntos dos términos que parecen contradecirse, pero aún hay significado. Por ejemplo: “Es de mala suerte ser supersticioso”, o “Es tan pobre que sólo tiene dinero”.

Hipérbole: Con ella se exagera lo que se menciona en el escrito. Por ejemplo: “Me muero por verte”, “Esta tabla pesa una tonelada”, “Ni en un millón de años lo haría”.

Personificación: Cuando se le atribuyen cualidades humanas a los objetos o fenómenos naturales. Por ejemplo: “Poderoso caballero es Don Dinero”.

Citar en formato APA:
Victor, C. (2023, 12 de enero). ¿Para qué sirven las figuras literarias?. Paraquesirven.com. https://paraquesirven.com/para-que-sirven-las-figuras-literarias/

4 comentarios en «¿Para qué sirven las figuras literarias?»

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