La próstata es un órgano glandular que pertenece al aparato urinario masculino. Sus tejidos son fibrosos musculares y además contiene tejido conectivo. Se ubica por debajo de la vejiga, frente al recto, y envolviendo la parte superior de la uretra.
En condiciones normales, en el hombre joven, tiene un tamaño similar al de una castaña, pero al ir avanzando la edad de la persona, va aumentando de tamaño de manera progresiva.
Pertenece también al sistema reproductor masculino, participando en el líquido seminal que va a contener a los espermatozoides. Para el momento de la eyaculación, la próstata ya habrá provisto a estos gametos de un medio para desplazarse rumbo al óvulo a fecundar.
¿Para qué sirve la próstata?
La próstata se encarga de una función que es primordial para la reproducción humana: La producción de líquido prostático. Algunas observaciones de sexólogos indican que la próstata tiene un papel erógeno, con lo que fungiría también como uno de los centros de placer al ser estimulada durante el acto sexual.
El líquido prostático es un líquido blanquecino que, junto con otras sustancias provenientes de los testículos, conforma el líquido seminal. Este último tiene la función de proteger a los espermatozoides, dejándolos inmersos en un medio para que se transporten con sus flagelos hacia el óvulo fértil.
El líquido seminal protege a los espermatozoides del medio dentro de las paredes vaginales y uterinas, para que puedan sobrevivir en su viaje hasta el interior del aparato reproductor femenino. Ahí hay un pH muy ácido que no permite que los espermatozoides vivan por mucho tiempo.
El líquido prostático representa aproximadamente el 30% del semen, y está compuesto por varias sustancias entre las que se encuentran agua, zinc, sodio, calcio, ácido cítrico y colesterol, así como por varias enzimas entre las que se encuentran las enzimas proteínicas o proteasas, fosfatasas ácidas y fibrinolisina. Contiene prostaglandinas, que son sustancias de carácter lipídico que derivan de los ácidos grasos.
Enfermedades en la próstata
Se destaca que a este órgano genitourinario suelen sucederle afecciones como:
- Prostatitis bacteriana (cuya etimología significa “inflamación de próstata por bacterias”), como consecuencia de la entrada a la próstata de cualquier bacteria que haya afectado a las vías urinarias.
- Adenomas prostáticos, que son hipertrofias de la glándula prostática, y que son comunes en hombres mayores de sesenta años.
- Cáncer prostático, que si no es tratado a tiempo puede extenderse y provocar la muerte, por lo que además de tratamientos por radiaciones o quimioterapia, suele ser común que se sugiera la extirpación de la próstata, lo que no afecta la capacidad reproductiva masculina.
Algunos síntomas que pueden alertar sobre problemas de carácter alarmante en la próstata son:
- Aumento en la frecuencia de micciones (orinar), de día y de noche
- Dificultad al orinar
- Ardor y dolor al orinar
- Sensación de que el vaciado de la vejiga queda incompleto
- Sensación de urgencia de orinar
- Orinar por pausas, con intermitencia y chorro débil
- Presencia de sangre en la orina
Si se presenta alguno o varios de estos síntomas, se debe consultar un médico y no confiar en tratamientos caseros.
Sustancias que ayudan a la salud de la próstata
Hay sustancias químicas que se pueden tomar de los alimentos para enriquecer la salud del órgano prostático:
- Vitamina C (Ácido ascórbico)
- Vitamina D (Calciferol)
- Vitamina E (Tocoferol)
- Omega 3
- Beta Caroteno
- Licopeno
- Selenio
